Junto con Shanghai, Hong Kong es el escaparate de moda del continente asiático. Todas las grandes marcas internacionales tienen su representación en la región, y los representantes de estas marcas suelen tomar Hong Kong como referente a la hora de valorar las tendencias de moda en Asia.
A pesar de tener una gran tradición en el sector de la moda, y más concretamente en el sector de la piel, Hong Kong no tiene un gran tejido de fábricas locales. En los últimos años, la mayor parte de las empresas han trasladado su producción a China continental, donde los costes son mucho menores y el acceso a las materias primas es mucho más sencillo.
El sector de la marroquinería y la piel mueve dos tipos de mercados: en primer lugar, el de la piel, necesaria para crear los artículos finalizados. Dentro de este primer mercado, Europa juega un papel clave a la hora de proveer de materias primas a este mercado (Dinamarca y Finlandia, principalmente, que proveen el 80% de ellas). En la segunda fase de procesado de estas materias primas, China es el país donde se realizan estas actividades (90% del total de importaciones de peletería tratada).
En el segundo mercado, el de la marroquinería, China es el principal actor, con una cuota de mercado de importaciones del 54%. La mayor parte de productos procedentes de China son de gama baja. En segundo y tercer lugar, Francia e Italia exportan en total el 40% de productos de marroquinería. Hay una gran diferencia entre las calidades proporcionadas por China y estos dos países, siendo el segmento de calidad alto y lujo el ofertado por estos países europeos. España es el cuarto proveedor de marroquinería, aunque únicamente con un 2,7% de la cuota de mercado; en cuanto a calidad, se puede equiparar con Francia e Italia, si bien las marcas españolas no cuentan con el reconocimiento internacional de las francesas e italianas, clave para introducirse y establecerse en el mercado hongkonés, con un claro carácter marquista.
España, a pesar de no tener un papel muy relevante en la actualidad en el mercado hongkonés, cuenta con las características necesarias para seguir estando presente en él:
- Gran tradición marroquinera.
La calidad de los productos españoles es similar a la de los franceses e italianos, lo cual es reconocido por los consumidores. Sin embargo, al tener una falta de marca que respalde esta calidad, los productos franceses e italianos son los que finalmente se hacen con la mayor parte de la cuota de mercado.
En los últimos años, España ha hecho un claro esfuerzo por posicionarse al nivel de las grandes marcas en cuanto a agilidad de diseño y a innovación. No obstante, el problema de la falta de marca sigue haciendo que los diseños españoles no sean tan valorados como los de las grandes marcas europeas.